24/8/09

La hora del Martini

ME SUDAN LAS MANOS. Seguro que no sale bien, seguro que no. Llego con tiempo, quedan siete minutos para las ocho. Cómo me pueden sudar tanto las manos. ¿Qué hago cuándo lo vea? ¿Notará que estoy hecha un flan? Qué horror. Ostras, cuánta gente, allí hay una mesa. ¿Me verá cuando llegue? Tendré que estar pendiente, no se vaya a pensar que no estoy o que… “Una tónica, por favor. Sí, sí, con mucho hielo. Gracias.”


¿Se puede fumar aquí? Claro que sí, mira que es grande el cenicero. ¿He cogido dinero? Siete, ocho, ocho con cuarenta. Tengo suficiente. ¿Le dejo pagar? No, que cada uno pague lo suyo. O pago yo…, soy una chica independiente… ¿Y eso qué tiene que ver…? Da igual, ocho con cuarenta, juraría que tenía un billete de veinte… Debe de estar por aquí…, tengo que descambiar los zapatos que se me va a pasar la fecha del ticket… Ah, claro… ¡Cómo va a estar, si me lo gasté antes en el súper!

Cuatro minutos para las ocho. No te impacientes, Rita, todavía no es la hora. ¿Dónde habré puesto el brillo de labios? Con lo hippie que es a lo mejor no le gusta… Mejor no me lo pongo. Y porqué no, no voy a empezar cambiando, estaría bueno… Me lo pongo y ya está. ¡Vaya, me he manchado el pantalón!…, juraría que tenía un kleenex… ¡Ahora no me puedo levantar!… La tónica es como la gaseosa, ¿no? No hay nada más inútil que las servilletitas de los bares… Uf, ya está… Con los calores que tengo, esto se me seca en un visto y no visto.

Total, ¡sólo hemos quedado para tomar algo! Y quedó bien clarito, ninguno de los dos está preparado para nada serio. Amigos. Y de día. Sin alcohol o demás substancias que nos quiten la vergüenza y los prejuicios y acabemos besándonos y soltando las frases más absurdas, y algunos secretos que serán repudiados al día siguiente. Tímidos, buscando y evitando el primer roce, mirándonos las manos. Casi mejor haberme pedido un Martini. A las ocho una ya puede tomarse un Martini, ¿no?

¿Y de qué hablamos? Estoy yo para pensar en eso. Pues de cualquier cosa, mujer, ya saldrán temas, eso no debe preocuparte. Joder, no me queda una maldita uña. De cine, o de ese local nuevo que han abierto en el centro. O de cómo le va el trabajo, creo que dijo que empezaba a estar harto de su trabajo. O de si ya se ha dado cuenta de que soy la mujer de su vida, y que no pienso esperarlo toda la mía.

Y no se te ocurra hacerme daño, que yo ya no creía en el amor hasta que me di cuenta de que me moría de ganas de que tú me quisieras. Cuando me abrazaste medio dormido y algo torpe en mi cama, la misma mañana en que pude cerrar los ojos y no pensar en nada. Y que no se te olvide hacerme reír y hablarme de cosas que no sé mientras te escucho y asiento porque te admiraré como una boba.

“Tráeme otro Martini, guapo, y llévate lo que está vacío, van a pensar que... y yo soy muy digna.” Las ocho y cincuenta y dos. ¿Se podrá pagar con tarjeta? No veo ningún cacharro de esos… La boba, un palillo, y una aceituna. Sólo falta el capullo. Quizá no se ha dado cuenta. ¿Tendré suficiente con esto?

“¿Jordi?… ¿Cómo…? ¿Que has… estado… ahí… todo el rato? Desde las ocho menos diez, ¿dices…?, pues no sabes lo ricas que están las aceitunas…, y el camarero es un amor… ¿Adónde vas? Espera hombre, me parece que no tengo suficiente…

¿¡Hola!? ¿¡Se ha ido!? ¿Enfadado? ¡Le importo!... ¡Jordiiii!: ¡Yo también!”

Fragmento del De vuelta, hecho uno para Transart 2007.

5 comentarios:

  1. No se por qué, pero los pocos textos que he leído tuyos me encantan siempre. Es como si en mi cabeza de repente una película se estuviera proyectando... un primer plano a las manos sudorosas... ahora la mancha...las uñas totalmente roídas...
    En serio, me encanta. Es divertido, fresco....como si fuera una acuarela. Y siempre con ese denominador común que es el sutil toque de humor... sangre andaluza... por algún lado, tiene que salir.

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  2. Te conozco muy poquito, todo lo que me ha llegado ha sido a partir de tus escritos, como no, en realidad son muy auténticos, me enganchan hasta el final, supongo que es debido a ese tipo de situaciones límites, tan reales y al tiempo tan humorísticas. Espero disfrutar de más de un escrito tuyo para poder aportarte algún comentario mío. Simplemente genial.

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  3. Eva, por favor, sigue escribiendo que estoy enganchadísimo!
    Creo que no hay mejor plan que el de pasarse toda la noche leyéndote... me he devorado toda la página entera casi sin pestañear... Cuantas expresiones conocidas... cuanta gente REconocida vaya...
    Sigue escribiendo! por favor!! necesito más de Eva.

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  4. Hola guapíssima,

    "Lo prometido es deuda". Avui he entrat al teu blog i he quedat gratament sorprès dels textos que hi he trobat. Ja estàs en els meus "preferits". Ara només caldria posar tot això en un llibre.

    Ànims!! Un petó!!

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  5. Hola Eva, pues aquí me tienes, Sábado por la mañana y yo trabajando! Fuera de esta cárcel laboral, por la ventana y entre sus barrotes, que no falten, puedo ver la ciudad llamándome con sus enfriados colores resplandeciendo tímidos por un sol de invierno encantador, de esos que invitan a tomar un café con leche calentito en una terraza, leyendo en las hojas crujientes de un periódico con pocas horas de vida pero ya muy envejecido la pésima y nada ilusionante actualidad de hoy en día.

    Todo esto para decirte que ayer divagando por estos “ciber-lares” que nos brinda Internet, buscando si encontraba alguna cosa del TransartSis, di con este fantástico blog tuyo, del que algo me habían comentado pero nunca había visto. Y nada, como es evidente me ha gustado y muy especialmente este texto “La hora del Martini” del que tengo que decir que me ha encantado y enganchado ya des de el título.

    Venga, ya sabes, a cuidarte mucho y no dejes de escribir que, por lo que se ve , tienes ya un nada reducido número de incondicionales a los que ni debes ni puedes defraudar.

    Ens veiem, salut i records de la Lou!

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